Érase que se era, un Reyno al revés. Sin castillos, ni palacios, ni grandes mansiones, Sin nada Material que defender.
Era un Reyno donde Todas y Todos, eran iguales. No había discriminaciones, ni Malos sentimientos, ni Mentiras, ni Engaños. Solos bellos e interminables aterdeceres.
La Verdad, era la Reina. El Amor el Rey. La Justicia, la Dignidad y la Igualdad, las Princesas. La Valentía, la "Mariscal" de todos los ejercitos. El Valor, el Juez Mayor y la Nobleza, el Ama de Llaves.
Sus habitantes eran: Entrega, Pasión, Alegría, Sueño, Ilusión, Magia...
La Luna y las estrellas en ese Reyno, brillaban más que en ningún otro sitio del Universo. Los arroyos y rios, eran de agua tan cristalina que eran espejos del cielo. Y el cielo era tan celeste que parecía un Mar inmenso...
En la tierra, florecían las flores más bellas y el viento, al acariciarlas las hacía cantar y bailar a sus sones.
Ese Reyno se olvidó con las Tormentas Grises que van manchando al Ser Humano.
En nosotros está, ser Eternos Niños y Niñas y cuidarlo...