lunes, 14 de junio de 2010

Tratado IV. Sobre el Alma


"Dios por un arrebato de Humanidad,

creo al Hombre.

El Hombre por un arrebato de Divinidad,

creo a Dios..."


Siempre, nos han marcado el camino a seguir.

Nuestras iglesias, mezquitas, sinagogas, pagodas... Desde sus púlpitos, han marcado los ritmos de nuestras vidas. Siempre mostrándonos el "bien" sobre el "mal". Llevándonos, como cual redil que somos por la senda correcta de "perfección"...


¿Quien es el poseedor de la Verdad Absoluta?

¿Aquellos qué, cubiertos de oro, predican para enviarnos con sus propósitos a las trincheras que a ellos les plasca?

¿La sangre derramada es merecida como sacrificio para nuestro "bien"?


La Hipocresía, ese alimento tan común con el cual nos alimentan últimamente el Alma, tiene un 60% de descuento, está de rebajas permanente... El spam de esta guerra silenciosa que nos corroe...

Cadenas invisibles e indisolubles que nos apresa, nos ata, nos ciega... En jaulas de donde, nos ahogamos en nuestra propia Vanidad.


El Alma. La elevación Suprema del Ser Humano. El sueño más grande de la Libertad... Nuestra Alma, jamás será arrebatada, anulada, robada...

Pero, ¿Cómo hablamos con Ella? ¿Cómo podemos actuar desde Ella?

El Silencio, dicen que es el dialogo de Dios con el Hombre.

El Hombre, habla con Dios desde la Rabia de no encontrarlo...


Cosas del Alma y sus Cosas.

El Ser Humano, perdió la consciencia desde que emuló a Dios.

Dios dejó de ser dios, desde que se mostró Hombre...