"Tardes de vaho...
bañadas en cafés y nostalgias"
Atardece.
Sobre mi montura, sobre lo alto de una suave loma despido los últimos rayos de sol...
Espoleo suavemente a Kairel y empiezo a galopar hacia la cuadra.
Dejo tras de sí las horas de evasión, de escape de mi mismo.
El no pensar, el ser viento.
Galopar y galopar. Galopar... Sentirme infinitamente libre.
De improvisto, el atardecer me recuerda que debo de volver al mundo. Mi Mundo.
Atrás quedaron mis sueños de caballero andante, solitario.
Solo en mi mp3 aún resuenan los ecos de músicas de otros tiempos, de antiguas gestas...
